lunes, 23 de agosto de 2010

20 agosto 2010

Luego de 15 largos días mi tata descansó...
Anduvo durante poco más de 73 años dando vueltas por este mundo humano, aprendiendo, amando, soñando, construyendo historias.
Se marchó rodeado de toda su familia, tuvimos la fortuna de poder acompañarlo cuando su corazón daba sus últimos latidos, nadie faltó... A su despedida se llenó por completo la iglesia de La Ligua (más que para una misa de domingo...) y eso demuestra lo buen hombre que fue mi tata.
Duele harto, duelen muchas cosas (para qué nombrarlas?...), pero existe fe. Creo firmemente que ha emprendido un nuevo viaje, una nueva vida, una vida mejor.
Pero se le extraña harto, aunque no lo veía todas las semanas, sabía que estaba ahí, goloseando por la cocina o escuchando los partidos del wanderes (¿así de escribe?) en su radio.
No sé si llegué a conocer bien a mi tata, había muchas cosas que me sorprendían de él cada día, pero todo lo que recibí de él fueron cosas buenas. No era de los que decía "te quiero" ni de los que andaba abrazando a la gente a cada rato, pero demostraba de otra manera su amor, preocupándose por su familia, yendo a dejar a sus nietas al colegio...
Recuerdos hay por montones, la mayoría buenos... ahí están, atesorados en la memoria...

Viejis, me siento orgullosa de ser su nieta, espero que mis logros le den alegrías aún cuando esté lejos de nosotros. Cuide a mi Nanita (nosotros también lo haremos). Y disfrute de su nueva vida.

No hay comentarios.: