domingo, 22 de julio de 2007

estás sonriendo

Estás sonriendo, lo sé.
Pero, ¿eres feliz?
A veces ríes sin motivo alguno, ríes por largo tiempo.
Pero, ¿eres feliz?
¿Por qué cuando piensas que nadie te observa te quedas silenciosa con la mirada perdida en un punto?
Ríes con tus amigas, ríes con tu familia, ríes cuando cantas, ríes mientras corres.
Pero, ¿eres feliz?

¿Puedes afirmar fehacientemente que TÚ eres feliz?
¿Puedes respaldar esa afirmación con un recuento objetivo de la cantidad de risas y sonrisas que inventas durante un día?
Espero que no.

¿Es una sonrisa la expresión de la felicidad?
¿Son esas carcajadas melodiosas una afirmación de tu estado?
Porque también te he visto reír y llorar al mismo tiempo.
¿Qué es eso entonces?
¿Una mera paradoja de tu corazón o dos formas opuestas de exteriorizar lo mismo?

Y entonces,
¿Qué nombre le pones a esas cosquillas que aparecen en tu panza cuando él te besa de improviso?
¿Qué es eso que sientes saltar en tu pecho cuando llegas a casa y te esperan tus padres con un abrazo reponedor?

Te veo sonreír, pero aún no sé si eres feliz.

martes, 3 de julio de 2007

sin puntos ni comas...

hoy estaba yo tranquilamente tirada sobre mi cama sin molestar a nadie cuando de repente el suelo empieza a moverse las ventanas temblaban y amenazaban con romperse los cuadernos que estaban en mi escritorio cayeron estrepitosamente y afuera los perros no se cansaban de aullar por un momento pensé en correr y salir gritando pero la cordura fue más poderosa que la descarga de adrenalina y sólo me quedé quieta esperando que se acabara ese remezón porque en realidad qué ganaba con salir de ahí? Si a unos metros de mi cama seguía temblando tan fuerte como donde estaba y me puse a pensar en las innumerables veces en que solía correr y alejarme especialmente en el colegio recuerdo que cada vez que ocurría este tipo de movimiento lo único que se oía eran cientos de gritos y risas nerviosas acompañados del incesante golpetear de nuestros zapatos negros en el piso reluciente de los pasillos la escalera era un peligro todos querían bajar corriendo y llegar rápidamente al centro del patio principal sitio escogido por nuestros docentes como el más seguro en estos casos aunque nunca me convencieron mucho con sus explicaciones porque yo encontraba mucho más peligrosos internarme en el mar de alumnas que huían como poseídas que quedarme quietita en la sala en fin sin importar cuantas veces al año realizaran la famosa “prueba Daysi” o que nuestros profesores se quedaran roncos tratando de hacerse escuchar por encima del estruendo que producían un montón de niñitas histéricas siempre era lo mismo alaridos risas correteos minutos valiosos de recreo extra a veces extraño estas cosas y siempre tendré la inquietud por saber si en los colegios de hombres o mixtos ocurría algo parecido