lunes, 14 de marzo de 2011

Hartas cosas han pasado.

uf! cuanta agua bajo el puente ha pasado... (jijiji)

Se acabaron los internados y con ellos la carrera... ya soy médico!

...pero sigo siendo la misma, con las mismas inseguridades y los mismos sueños, con la misma risa tonta y la torpeza a cada paso, sigo siendo yo.
...pero ahora la gente me dice: "Doctora Rojo".

Pasó todo lo predicho, pasé mi último examen (el pregrado de pediatría), di el EMN (con un gran resultado :)), fui a mi fiesta y ceremonia de titulación, la familia en pleno se hizo presente en el dpto (incluida la familia de él).

De lo primero que me di cuenta al verme librada ya de los 7 años de carrera fue de que estaba realmente CANSADA, así con mayúscula, cansada de levantarme todos los días temprano, de no saber que pasaba en el mundo (porque ni tiempo de ver TV había), de tener que asistir a turnos en días posterremotos, enfermita, perdiendome cumpleaños, etc... Así que el buscar trabajo se postergó rápidamente para enero, febrero, luego marzo... mejor esperar a que empiece la beca...

oh! sí! ¡Me dieron la beca de pediatría! El día que me llamaron para confirmarlo casi deje sorda a la pobre secre que estaba al otro lado del teléfono. Me puse a reír y llorar al mismo tiempo... y es que, aunque me tenía fe, siempre estaba el bichito de la desconfianza que me hacía tener miedo... (otro día, quizás, haré un post sobre este tema).

En fin, a lo que iba... ya soy médico (médico-cirujano, dice mi título), pero no me siento para nada diferente, quizás es porque aún no he tenido ningún paciente real (a mi familia ya la medicaba desde 3° al menos...) o quizás porque en realidad soy la misma persona... en el fondo sigo siendo la Ina, una niña ávida de cariño, con una personalidad obsesiva compulsiva al borde de volverse trastorno, que no se cansa de soñar y que trata de que cada día vivido valga la pena.