lunes, 1 de marzo de 2010

Un terremoto durante la luna llena.


Lo primero que vino a mi cabeza cuando me di cuenta de que la cosa no paraba fue: "¡Malditos turnos de ginecología!", ¿Por qué justo ese día Jorge tenía que estar en turno? ...y yo solita en la casa.
En realidad, mi mente fue capaz de controlar bastante bien mis emociones. Cuando me di cuenta de que las cosas estaban cayendo al suelo, me levanté de la cama, me puse un chaleco, agarré mi celular y corrí a abrir la puerta de calle (que había dejado con doble llave ya que estaba solita). Mientras intentaba abrir la puerta, sentía cómo caían las plantas y libros a mi espalda y cómo el piso no dejaba de intentar tumbarme (hasta que lo consiguió).
Pero todo se detuvo en cosa de 90 segundos. Luego vinieron una seguidilla de explosiones que culminaron con una oscuridad fantasmagórica. A estas alturas mi mente trababa de entender qué había pasado. Me repetía a mi misma "sólo fue un temblor fuerte". En los primeros minutos de incertidumbre sólo atiné a cortar las llaves del gas, desenchufar todo lo que se podía y cerrar las ventanas (sí, se abrieron con el movimiento). Mientras hacía esto, sólo pensaba en comunicarme con mi mamá y con Jorge; lo que más temía era que se les ocurriera agarrar el auto y partir a buscarme, y con el estado de la calle y la desesperación de la gente no era nada seguro. No recuerdo la hora, pero rato más tarde me pude comunicar con mi casita, mi mamá se oía muy asustada, pero por fortuna nadie estaba herido, mi tata (que tiene parkinson y no pudo salir ni siquiera de la pieza) también estaba bien y mi hermanita estaba con mis papis. Más tarde sonó mi teléfono y Jorge al fin podía comunicarse conmigo, yo tenía la esperanza de que en el hospital hubiera harto que hacer y no lo dejaran salir... ahí la cosa estuvo bastante movida, pero todos estaban en pie (el hospital también, aunque a duras penas). Con eso ya estaba más tranquila, pero las horas al amanecer se hicieron muy largas, obviamente no dormí... y luego de la réplica +- fuerte a eso de las 7:30 AM me fui a bañar para dirigirme al hospital (a turno de 24 horas).
No quise salir del departamento en la noche, porque no conozco a las personas del edificio y en general, por lo que escuchaba, nadie necesitaba ayuda. No tenía energía, ni baterías, ni pilas, por lo que nada supe de la magnitud del terremoto hasta que salí al otro día de casa.

Durante la noche sólo tenía la luna llena escurriendose por mi ventana, iluminando la bahía de Valparaíso que se veía extrañamente calma y las sirenas en las calles que me anunciaban que el mundo estaba despierto ahí afuera. Sólo la luna llena fue mi compañía, mientras trataba de no pensar, me entretuve viendo la única vela que tenía al frente consumirse, esperando que amaneciera para poder partir al hospital, para estar con alguien, para poder preguntar que pasaba y ponerme en contacto con el resto de mi familia.

Jamás pensé en que el edificio podía ceder, jamás pensé en que el mar podía salirse y jamás pensé en que mi familia estaba en peligro, creo que eso fue lo que me permitió mantenerme en calma, porque los que me conocen saben que en general, mi primera reacción ante esas situaciones es llorar, pero me mantuve pensando en: "estás sola, llorar sin tener a nadie que te consuele es estúpido".

Ya al otro día pude dimensionar la magnitud del movimiento. Un montón de muertos, otros tantos desaparecidos, miles de personas sin hogar, olas gigantes arrasando con todo lo que tienen a su paso... un escenario desolador por donde se mirara...
Pero de a poco el país va retomando la normalidad, hay que volver al trabajo, al estudio. La familia está bien, sólo pérdidas materiales. La familia junta (no en forma física, pero se siente la compañía a través del teléfono).
Hay que volver a levantarse, a dejar este episodio escondido en la memoria como una anécdota, olvidarse del temor y seguir soñando...

Fuerza para quienes aún no encuentran la calma, abrazos para el que lo necesite. Cariños para todos.

1 comentario:

Clorencia dijo...

Que fuerte tu relato... el primer terremoto de tu vida, y sola...

pero que bueno que sobreviviste... y fue una buena forma de afrontar todo

un abrazo!

siempre son necesarios los abrazos =)