Un día mi primita de 5 años estaba discutiendo con su hermana mayor, ella estaba muy enfadada y entre dimes y diretes de repente gritó: ¡¡¡INSUGNIANTE!!!…
No era una palabra, carecía de significado para cualquiera que no tuviera acceso a la cabeza de esta niña en ese momento (es decir para el mundo entero), pero aún así constituía una forma válida de comunicación.
¿Qué quiso decir esta criatura con aquella conjugación de letras?
Ni idea.
Pero aquí está, en la parte más alta de esta página, para recordarme a mi misma que no todo está dicho, que a pesar de que la humanidad ha dominado el lenguaje desde hace varios miles de años atrás, aún puedo seguir creando.
Porque no importa que utilice las mismas palabras que tú has utilizado, siempre serán mías las que nazcan bajo mis manos.
Y siempre serán mi escape, mi música, mi lienzo…
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