Hay veces en que quiero dejar todo atrás y perderme entre senderos inciertos. Siento ganas de olvidar mis huellas y mis sueños, dejar que mi pasado y mi futuro se escapen juntos bien lejos de aquí y convertirme sólo en un ser que existe, que está presente sólo por estarlo, que no necesita construir ni aprender.
...y no es que esté cansada de vivir...
es tan sólo que en este momento siento que la vida no es más que un buen chiste de un ser superior que se entretiene viendo cómo nosotros nos devanamos los sesos tratando de entender lo inentendible, buscando explicaciones a enigmas que jamás han existido y justificando nuestras acciones con la excusa del futuro.
...y no es que haya dejado de creer en el mañana...
es tan sólo que el día siguiente es demasiado incierto, incluso el pasado no es más que un montón de imágenes y sonidos tan efímeros como el humo del cigarrillo que envuelve mi cuarto. No soy capaz de controlar ni siquiera los pensamientos y sentimientos que vendrán con el tiempo, porque no podré jamás hacer un plan exacto de lo que será mi vida futura, ni siquiera estoy segura de que exista el segundo siguiente.
...y no es que me asuste no saber...
es tan sólo que a veces me pregunto si valdrá la pena construir el borrador de lo que espero sea mañana mi vida. No sé que tan bueno es vivir soñando en lo que quiero construir o enfocar todos mis actos en aquello que me ayude a formar mi vida futura.
...y no es que hasta ahora no haya valido la pena...
es tan sólo que cuando miro hacia atrás me doy cuenta que todo lo que hice fue pensado para conseguir convertirme en lo que soy ahora. Mis días han estado gobernados por los sueños, por las esperanzas, por las ganas de transformarme en un ser viviente.
...y no es que no me guste lo que he construido...
es tan sólo que en este momento quisiera dejar todo atrás y perderme entre senderos ocultos y pasajes sin salida, sólo por la curiosidad de sentirme parte de nada y, a la vez, de un todo; completa sólo con mi presencia...
...(y mis ganas de estar aquí)