viernes, 24 de marzo de 2006

Me gustaría poder conjugar las palabras justas, las frases adecuadas... me gustaría poder ponerle un nombre a esto que me da vueltas y vueltas en mi cabeza.

Entró a la cabaña con el corazón oprimido, no se escuchaba nada más que su respiración
y el roce de su mano en la pared buscando un poco de estabilidad.
Sabía que no debía estar ahí, pero los deseos de encontrar una respuesta eran más poderosos.
Afuera el viento le repetía en su frío lenguaje que se alejara, ella se hacía la desentendida.
No estaba dispuesta a rendirse después de lo mucho que le había costado llegar ahí.
Sus pensamientos se enredaban en su cabeza, sabía que estaba cerca,
pero algo dentro de ella la estaba haciendo dudar.
Ya llevaba varios minutos caminando en la oscuridad
y a cada segundo se sentía más perdida que el anterior.
Se preguntaba si realmente valía la pena seguir adelante....
¿vale la pena seguir adelante?
...no sé. Siempre he pensado que darse por vencido es de cobardes, pero ya estoy cansada.
A fin de cuentas, lo que recordarás cuando tu cuerpo se encorve y tus ojos se nublen; no serán las batallas ganadas, si no que aquellas que peleaste con el corazón.

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